domingo, 31 de enero de 2010

Cómicos: Chaplin

Primero un número de "El Gran Dictador", con la danza húngara nº5 de Brahms.





Y ahora otro de chaplin en "Luces de la ciudad". Boxeando.




Y por último la danza de los panes, en "La quimera del oro"

martes, 26 de enero de 2010

Amianto: 20 años de vergüenza

El amianto se prohibió en EEUU en 1980 por sus efectos cancerígenos. En España se hizo ¡20 años después!

Mal rayo parta en dos a los responsables, por acción u omisión.

sábado, 16 de enero de 2010

Haití-César Vidal. La medida de la estupidez

He oído esta mañana que en el programa de anoche de César Vidal en esRadio, se bromeaba con la función y las intenciones de las ONG de carácter humanitario en Haití. Pocas horas después de un terremoto que va a tener más de 50.000 muertos.

Qué barbaridad. Qué inoportuno. Qué imbecilidad. Qué estúpido. Doblemente estúpido cuando se trata de uno que trabaja de comunicador (que no le sale) y que tiene importante formación universitaria. Como dice un colega mío: un tonto con toda la cuerda dada, un tonto esférico.

Haití-Goldman Sachs: La medida de la desigualdad

Un dato: El PIB de Haití es de 7000 millones de dólares. El banco norteamericano Goldman Sachs repartió, en el 2009 de gran crisis bancaria, 21000 millones de bonus entre sus ejecutivos. Léalo de nuevo. El triple. Es lo que tiene la era de la información, que te llega la mierda a la boca en décimas de segundo. No busco el dato de las personas que hay detrás de cada cifra para que no se me levante, del todo, el estómago.

Los ultraliberales dirán que lo de los ejecutivos es porque trabajan mucho, porque se levantan muy temprano, porque tienen stress, porque generan beneficios por mucho más. Claro, que mejor que no hablen en esos términos de los haitianos. Un ultracomunista habría dicho que cada persona de esos grupos tienen que ganar exactamente lo mismo, lo cual es falaz y demagógico.

Sin irnos a los extremos, a mí me parece cruel e inhumano. Me parece un genocidio económico. Esta es la tragedia. Lo del terremoto es, desgraciadamente, difícil de evitar.